Sí está en nuestras manos alcanzarla. Los hallazgos que realiza la ciencia nos ayudan a vivir mejor. Los investigadores llevan por lo menos 70 años estudiando a la gente feliz y a la que no lo es, y por fin creen haber identificado los factores que determinan esta condición. Aquí presentamos los 10 principales. Por cierto, los especialistas atribuyen a los genes un 50 por ciento del temperamento, y los demás factores conforman el resto. |
1- Riqueza
El dinero contribuye a la felicidad hasta cierto punto, pero cuando uno cuenta con casa, vestido y sustento va perdiendo importancia. Los científicos han observado que, en general, la gente más rica es más feliz; sin embargo, la relación entre dinero y felicidad es compleja. En los últimos 50 años, el ingreso promedio aumentó mucho en los países industrializados, no así los niveles de felicidad. Al parecer, una vez satisfechas las necesidades básicas, él dinero proporciona más dicha sólo si uno tiene más que los amigos, los vecinos y los colegas."El dinero compra estatus, y éste hace que la gente se sienta mejor", dice Andrew Oswald, economista de la Universidad de Warwick, en Coventry, Inglaterra. Esto explica por qué algunas personas que buscan estatus en otra forma (científicos y actores, por ejemplo) aceptan de buena gana empleos no muy bien pagados.
2- Ambición
¿Cuántas cosas necesita uno tener para ser feliz? En los años 80, el profesor canadiense Alex Michalos pidió a 18,000 estudiantes universitarios de 39 países que midieran su felicidad en una escala numérica e indicaran cuán cerca estaban de poseer todo lo que querían. Aquellos cuyas aspiraciones - no sólo de dinero, sino de amigos, familia, trabajo, salud, etc.- superaban por mucho lo que ya tenían, vendrían a ser menos felices que los que percibían una diferencia menor. El tamaño de la brecha resultó ser un indicador de felicidad unas cinco veces mejor que el monto de los ingresos.Este quizá explique por qué mucha gente no se siente más feliz a medida que va aumentando el sueldo. En vez de satisfacer nuestros deseos, muchos simplemente deseamos más. En encuestas realizadas en Estados Unidos por la empresa Roper en los últimos 20 años, se pidió a los participantes hacer una lista de los bienes materiales que consideraban importantes para tener "una buena vida". Los investigadores descubrieron que cuanto más tenía la gente, más larga era la lista. Al parecer, "la buena vida" se mantenía siempre fuera de su alcance.
3- La inteligencia
Aunque se han hecho pocos estudios para averiguar si la gente más lista es más feliz, todo indica que la inteligencia no influye en la dicha.
Esto sorprende a primera vista, ya que las personas sesudas suelen ganar más y los ricos tienden a ser más felices.Algunos investigadores creen que como los inteligentes tienen expectativas más altas, suelen trazarse metas muy ambiciosas. "Al parecer, sacar una puntuación alta en una prueba de inteligencia -lo que implica tener un vocabulario amplio y agilidad mental- no tiene mucho que ver con la capacidad para llevarse bien con los demás", dice de Diener, psicólogo de la Universidad de Illinois, en UrbanaChampaign, quien considera que la "inteligencia social" podría ser la clave de la verdadera felicidad.
4- Genética
¿Es innata la felicidad? David Lykken, genetista conductural y profesor de psicología de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis, cree que la mitad de nuestra sensación de bienestar depende de lo que estamos viviendo en determinado momento, y la otra mitad de un nivel fijo de felicidad que está determinado genéticamente hasta en un 90 por ciento y al que volvemos después de vivir sucesos dramáticos. "Aunque nuestro nivel fijo de felicidad esté determinado en gran parte por los genes", explica Lykken, "depende de nuestro buen juicio y preparación -o de los de nuestros padres- que se traduzca en alegría o en insatisfacción".Lykken descubrió que la variación genética representa entre 44 y 55 por ciento de la diferencia entre niveles de felicidad. Ni el ingreso, ni el estado civil, ni la fe, ni la educación representan más de un tres por ciento.
Así pues, de uno depende el situarse por encima o por debajo del nivel fijo de felicidad. Diversos estudios han demostrado que los extrovertidos tienden a ser más felices que la mayoría de la gente, y mucho más que los introvertidos. También hay pruebas de que el buen humor nos hace más sociables. Michael Cunningham, de la Universidad de Louisville, en Kentucky, comprobó que la gente se vuelve más parlanchina y accesible luego de ver una película alegre que si ve una triste. En teoría, incluso alguien que tenga un nivel fijo de felicidad bajo puede mejorar su percepción de la vida.
5- La belleza
El rumor es cierto: la gente bella es más feliz. Cuando de Diener pidió a unas personas que evaluaran su propio aspecto físico, observó un "efecto leve pero positivo del atractivo físico en el bienestar subjetivo".La explicación quizá sea que la vida es más benévola con los guapos. O tal vez se trate de algo más sutil. Los rostros más atractivos son muy simétricos, y hay pruebas de que la simetría es señal de buenos genes y un sistema inmunitario saludable. Entonces, la gente hermosa quizá sea más feliz porque es más sana.
Usted puede aprovechar el efecto benéfico que la belleza le da a su ego aunque no tenga un físico envidiable; sólo tiene que estar convencido de que luce de maravilla.
6- Amistad
Diener entrevistó a 83 personas de esos tres grupos y midió su satisfacción con la vida usando una escala en la que un 2 indicaba grado neutro. El promedio general fue de 1.93, no muy alto, pero significativo si se compara con el que obtuvo un grupo testigo de estudiantes de clase media, que fue de 2.43. De los tres grupos los habitantes de los barrios bajos eran los más felices, con un promedio de 2.23, similar al de los estudiantes.
"Creemos que, en parte, la explicación son las relaciones sociales", dice Diener. Los tres grupos del estudio dijeron estar muy satisfechos en aspectos como la familia (2.5) y los amigos (2.4). Dada la importancia que tiene la familia extendida en la cultura de la India, la satisfacción de los habitantes de los barrios bajos al parecer se deriva de que están en condiciones de sacar provecho del apoyo social.
7- Matrimonio
Según una revisión de informes de 42 países llevada a cabo por unos investigadores estadounidenses, las personas casadas suelen ser más felices que las solteras. La diferencia es pequeña, pero plantea una duda interesante: ¿el matrimonio lo hace a uno feliz, o simplemente la gente feliz tiene mayor disposición a casarse?Las dos cosas pueden ser ciertas.
En un estudio de 15 años realizado con más de 30,000 alemanes, Diener y sus colegas observaron que la gente feliz tendía más a casarse y a permanecer casada. Sin embargo, cualquiera puede mejorar su estado de ánimo casándose. El efecto comienza alrededor de un año antes de la boda y dura cuando menos otro año. En el caso de muchas personas, su grado de satisfacción vuelve entonces al nivel original, pero al decir de los investigadores, esto no significa que un buen matrimonio no pueda tener un efecto positivo permanente. Asimismo, la gente que al principio es menos feliz suele sentirse más animada con el matrimonio.
Los estudios indican que la unión libre no brinda los mismos beneficios. "Sospecho que a las parejas que viven en unión libre les falta la seguridad que da el acta matrimonial, y por eso no se sienten tan felices", dice Andrew Oswald, "Sabemos, por todos los datos con que contamos, que la inseguridad es nociva para los seres humanos".
8- Fe
De las docenas de estudios que se han realizado sobre religión y felicidad, la gran mayoría han encontrado una relación positiva entre ambas.Creer en que existe una vida después de la muerte le da sentido y consuelo a muchas personas, además de paliar el sentimiento de estar solas en el mundo, sobre todo al envejecer, explica Harold Koenig, del Centro Médico de la Universidad Duke. "Esto se hace patente en situaciones difíciles. Las creencias religiosas pueden ser un arma muy poderosa para enfrentar la adversidad".
Además, la religión fomenta la interacción y el apoyo sociales. Sin embargo, Koenig considera que no se trata sólo de recibir. "Los estudios muestran que quienes ayudan a los demás se sienten bien consigo mismos, e incluso viven más", dice. Esto, afirman los investigadores, hace que la práctica religiosa sea una fuente de mayor satisfacción que otras actividades sociales.
9- Caridad
Diversos estudios han encontrado una relación entre la felicidad y el altruismo, pero como ocurre con muchos otros rasgos de conducta, no se sabe con certeza si ser caritativos nos hace sentir bien, o si la gente feliz tiende a ser más generosa.James Konow, economista de la Universidad Loyola Marymount, en Los Ángeles, trató de determinar la causa y el efecto con un experimento. Pidió a unos estudiantes que contestaran un cuestionario, y hacia el final de la sesión les dio 10 dólares a la mitad y les dijo que podían compartirlos con los que no habían recibido nada. Konow observó que cuanto más felices eran los estudiantes en general, más tendían a compartir el dinero. Sin embargo, haber estado de buen humor el día de la prueba no los hizo más generosos, y los que compartieron el dinero no mostraron un aumento inmediato de felicidad.
De hecho, al final estaban un poco menos contentos.
Con todo, los que compartieron el dinero tendían a presentar los rasgos de personalidad de quienes buscan realizarse plenamente; es decir, ser mejores como individuos. Konow cree que un acto aislado de generosidad no aumenta la felicidad de las personas, pero sí los efectos acumulativos de ser generoso.
10- Edad
La vejez quizá no sea tan mala. "Con todos los problemas que acarrea el envejecimiento, ¿cómo es posible que la gente mayor se sienta feliz?", pregunta Laura Carstensen, profesora de psicología de la Universidad Stanford, en California.En un estudio, la psicóloga les dio radiolocalizadores a 184 personas de entre 19 y 94 años, y se comunicó con ellas cinco veces al día durante una semana; en cada ocasión les pidió que llenaran un cuestionario sobre sus emociones. Los mayores informaron de emociones positivas casi tanto como los jóvenes, pero menos emociones negativas.
¿Por qué los viejos son más felices?. Algunos científicos creen que es porque esperan que la vida sea más dura y aprenden a sobrellevarla, o porque son más realistas y sólo se trazan metas que están a su alcance. Pero Carstensen cree que, conforme se le va agotando el tiempo, la gente mayor aprende a concentrarse en lo que la hace feliz y a soslayar lo que no.
"No sólo se dan cuenta de lo que tienen, sino de que no es eterno", dice. "Cuando se tienen 85 años, por ejemplo, despedir con un beso al esposopuede generar una respuesta emocional mucho más compleja que el mismo beso a los 20 años"
viernes, 20 de abril de 2012 16:35
Publicado por Keyvis López Mairena
La Mente Positiva
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">Importancia de la autosugestión para fortalecer el poder de la mente
En el proceso de fortalecimiento de nuestra mente la autosugestión es de vital importancia. Entendemos por autosugestión al diálogo interno que mantenemos con nosotros mismos. Este mecanismo nos da la posibilidad de reprogramarnos y crear una mentalidad superior.
La propia vida cotidiana nos demuestra que siempre estamos practicando la autosugestión, de hecho nunca dejamos de autosugestionarnos; nos mantenemos pensando constantemente, sin descanso, definiendo cada cosa, cada evento, poniéndole etiquetas a todo cuanto vemos.
En este mecanismo participamos todos, algunos de una manera más productiva que otros y es aquí donde está la clave, en hacer de la autosugestión un mecanismo productivo, o sea, que esos diálogos internos sean una especie de reeducación constante, siempre en busca de mayores niveles de eficiencia y bienestar.
Todos tenemos el derecho a ser felices y a llevar la vida que deseemos, pero hay algo que nos lo impide y suele ser alguna parte de nosotros mismos que actúa por su cuenta y a veces es más fuerte que nuestra propia voluntad.
El hecho de sugestionarse correcta y positivamente no es otra cosa que mostrarle a esa otra parte cual es el camino correcto, aquel que nuestra parte consciente conoce muy bien y en el que encontraremos lo que realmente deseamos. Se trata básicamente de unir y hacer que vayan en una misma dirección todas nuestras ideas.
Hay en nuestro sistema mental algunas ideas superiores y llenas de nobleza pero se debe reconocer que también existen otras que nos mantienen atados a viejos hábitos, a enseñanzas aprendidas en un momento muy temprano de nuestras vidas y que en la actualidad ya no nos son de mucha ayuda.
Este es un proceso lento, profundo y que requiere de bastante paciencia. Se trata de aumentar el poder de la mente consciente. No se desanime si a pesar de practicar una autosugestión consciente y positiva cae nuevamente en viejos y conocidos errores, poco a poco las cosas irán cambiando, lo importante es volver a levantarse, sacudirse el polvo y emprender nuevamente el camino.
Así que amigos míos, comencemos a tratarnos mejor que bien que nos lo merecemos. Maduremos como seres humanos y vivamos en la mejor versión de nosotros mismos.
Un saludo.
Qué es el éxito? ¿Cómo alcanzarlo? ¿Cómo llegar a ser un triunfador? ¿Qué condiciones necesito tener? ¿A qué se debe que, mientras algunos viven felices a pesar de las adversidades, otros que parecen tenerlo todo estén plagados por la desesperación, la rabia y la depresión? Todo se debe a la manera en que nos comunicamos y a la manera en que nos comportamos. Comunicación y conducta son los ejes en torno a los cuales se modela nuestro destino. La forma en que te comunicas contigo mismo y con los demás, y las acciones que emprendes, son los principales determinantes de cuál será la vida que llevarás.Qué haces cuando tras poner todos tus esfuerzos en conseguir algo, esos esfuerzos fracasan? Lo que te dices a ti mismo en esos momentos, y las acciones que en consecuencia llevas a cabo, hacen toda la diferencia entre ser un fracaso a perpetuidad, o tener la posibilidad de algún día llegar a triunfar en algo. El éxito no llega por casualidad, y sin embargo es una cosa sencilla alcanzarlo, pero no cometas el error de confundir sencillo con fácil. Si quieres tener éxito en algo, primero tienes que saber qué es ese algo, y luego tienes que estar dispuesto a pagar el precio para conseguirlo. Es así de simple.
Solamente un pequeño porcentaje de las personas vive realmente tal como lo había soñado, porque a todo lo dicho se añade la circunstancia de que aquello que ambicionamos puede que no coincida con nuestras reales posibilidades. Muchas personas disponen de más capacidad de la que piensan, y sin embargo viven una vida limitada por falta de confianza en si mismas; asimismo hay otras que son perpetuas fracasadas por no darse cuenta de que los objetivos que se fijan son irrealistas de acuerdo con sus capacidades. Tanto la falta de confianza como el exceso de la misma pueden contribuir a no tengamos una vida tan exitosa como se podría.
Las limitaciones más graves son aquellas que tú mismo te fijas. Si estás convencido de que no puedes hacer algo, nunca lo harás. Hay personas que tienen claro qué es lo que les gustaría obtener y cuál es la estrategia adecuada para conseguirlo, pero carecen (por ejemplo) de la energía física para llevarla a cabo. En este caso es mejor que desistan de la empresa y que busquen otro objetivo que esté más a su alcance. Su vida todavía puede ser feliz dependiendo de la manera en que se comuniquen consigo mismas.
Quiénes han alcanzado el dominio de la comunicación son capaces de modificar su propia experiencia del mundo, pueden dar forma a sus percepciones y por consiguiente a sus sentimientos. La sensación interior de éxito, que es algo completamente diferente de la impresión de éxito que causemos en el mundo, depende completamente de la manera en que interpretemos nuestra circunstancia. La felicidad y la alegría de ser exitoso están a tu alcance aunque solamente tú sepas que has alcanzado el éxito.
Este video nos muestra una verdad que todos los seres humanos tenemos que afrontar: luchar por ser felices y construir esa felicidad requiere de esfuerzo.
El ser humano debe pasar por un proceso de transformación y desarrollo, a través del cual una persona trata de adoptar nuevas formas de pensamiento y adquirir una serie de cualidades que mejorarán la calidad de su vida, todo esto a través de la superación personal.
El ser humano debe pasar por un proceso de transformación y desarrollo, a través del cual una persona trata de adoptar nuevas formas de pensamiento y adquirir una serie de cualidades que mejorarán la calidad de su vida, todo esto a través de la superación personal.
Mediante de la superación personal el ser humano puede alcanzar un estado de satisfacción consigo mismo y con las circunstancias físicas y emocionales que lo rodean, para así poder disfrutar de una vida mejor, y al decir una vida mejor no me refiero a una vida con más comodidades materiales, aunque estas pueden ser un resultado del cambio personal, sino una vida evolucionada libre de jaulas, esas jaulas que nos imponen las ideas y los sentimientos erróneos, ficciones que crea nuestra mente y que les da tanto poder que se convierten en monstruos reales.
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